Para una persona «normal» estar en cuarentena es un reto, pero para los que padecemos ansiedad es un arma de dos fuegos. Por un lado estamos en un lugar seguro, nuestra casa, pero por otro lado no podemos dejar de pensar en cosas negativas y fatalizar todo lo que sucede (hablando del COVID-19 y además de todo lo que nuestra mente inventa para controlarnos). Claramente todos sentimos pánico por todo lo que está sucediento, por lo que nos dicen y lo que no nos dicen, por la situación, el trabajo, la economía, la escuela, todo. Pero para nosotros, no es solo eso, no es nada más sentir pánico por el virus y lo que conlleva estar en cuarentena, es pensar en que si salimos podemos morir, literalmente. La ansidedad hace que un miedo se transforme en nuestra peor pesadilla.
Ahora bien, podemos tomar este tiempo para conocernos y conocer a nuestra querida amiga, la ansiedad. Podemos explorar sus intenciones, podemos darnos cuenta de en qué momento surge, podemos aprender a amarla y así poder controlarla. Todo depende de nosotros, porque no podemos deja que la ansiedad gane, nunca. La ansiedad está hecha para controlarnos, entre más miedo tengamos más fuerte se hace y más «mala» es con nosotros. Y en este momento todos tenemos miedo y todos estamos bajo una nube de incertidumbre.
1. Dale la bienvenda:
Sí, dale la bienvenida a la ansiedad. Claramente, entre más la rechazas más presente quiere estar. En cambio, si le das la bienvenida, si la haces sentir en casa, se aburrirá de ti. Para muchas personas esto suena difícil, para mi sonaba estúpido al principio, pero una vez que entendí que así funciona la vida todo fue más fácil. Siempre nos aferramos a cosas que no son para nosotros, a personas que no nos quieren en su vida o no les interesamos y entre más rechazados nos sentimos, más estamos ahí. Rogamos, stalkeamos, nos aferramos. Pero cuando alguien nos da la mano, nos aburrimos y nos vamos. (Claramente no es siempre, pero así funciona el ser humano muchas veces). Entonces, en vez de querer que se vaya, en vez de alejarla y de rechazarla, tenemos que darle la bienvenida, abrazarla, hacerla sentir en casa. Hay que tomar en cuenta que la ansiedad está para ayudarnos, es como un sistema de supervivencia y en este momento podemos hacer de ella una aliad para la situación en la que nos encontramos mundialmente.
2. Conviértela en tu amiga:
¿Cómo va a ser tu amiga después del daño que te ha causado? Pues sí, es lo mejor que puedes hacer. Seguramente te paso que cuando estabas en secundaria o prepa, había una persona que te caía mal con tan solo verla. A mi me pasó, específicamente con una persona. Pero cuando nos conocimos, nos hicimos mejores amigas por mucho tiempo. La vida da muchas vueltas, a veces quien esperas que sea tu amigo no está y a quien has rechazado toda tu vida está ahí para darte la mano. Pues lo mismo pasa con la ansiedad, tienes que hacerla tu mejor amiga, a quien le cuentas tus secretos. Al final siempre está contigo, desde que te levantas hasta que te acuestas, y a veces te despierta a media noche. La ansiedad es un arma de dos fuegos, pero hay un dicho que dice «A los amigos hay que tenerlos cerca, pero a los enemigos más». Así que lo mejor que puedes hacer por ti y para tu vida, es quererla. Si llega no la rechaces, al contrario. Siéntela, ámala y admirala, porque a pesar de que nos hace ir al infierno también es ella la que nos da la fuerza para seguir.
3. Ten una rutina:
Una de las mejores maneras para superar y sobrellevar la ansiedad en estos tiempos es manteniendo una rutina. No importa si te levantas temprano o tarde, el punto es despertar y tener cosas que hacer. Muchos tenemos trabajo en línea, tenemos cosas que hacer en nuestra casa, mascotas que sacar a pasear y hobbies. Lo importante es mantener una rutina, comer a la misma hora si es posible, despertar e irnos a dormir en el mismo horario y tener algo que hacer todos los días, aunque suene pesado y cansado. Tener cosas que hacer nos ayuda a liberar la mente y el cuerpo, aunque sea terminar nuestra serie favorita. La ansiedad llega cuando estamos en «reposo» por así decirlo, pero cuando tenemos la mente ocupada no hay lugar ni tiempo para ella. A pesar de que estamos hartos y cansados de estar encerrados, de no poder ver a nuestros familiares y amigos, de esta rutina, de las noticias que solo dicen cosas alarmantes… Tenemos que mantener la mente ocupada en el mayor tiempo posible.
4. Ejercítate:
El ejercicio es una de las mejores formas de relajarnos, aunque suene tonto. Se ha comprobado que mantener una rutina de ejercicio tiene beneficios psicológicos y emocionales, además de físicos. Nuestro cuerpo necesita relajarse y nuestra mente ni se diga, es por eso que mantener nuestro cuerpo en movimiento y ejercitado es una buena manera para lograrlo. Estar en casa no es pretexto para no hacer nada, sobretodo con la tecnología que tenemos y todas las facilidades que existen hoy en día. No necesitas equipo ni tener un espacio grande, solo necesitas enfocarte y empezar. Hay miles de cuentas en Youtube, Instagram, Facebook y en cualquier tipo de red que tienen clases en línea, videos de yoga, rutinas de ejercicio, entre otros. El ejericio, además de mantenerte relajado te ayudará a estar ocupado, por lo que la ansiedad tendrá más barreras para presentarse en tu día.
5. Aprende cosas nuevas:
Aprender cosas buenas siempre es bueno para todo, y en este momento tenemos la facilidad de estar en nuestra casa sin tener que desplazarnos con el tráfico y el caos cotidiano. Es un buen momento para empezar a pintar, a leer, aprender a cocinar o simplemente aprender algo que siempre hemos deseado. Vuelvo a lo mismo, mantener la mente ocupada es una «herramienta» básica para sobrellevar la ansiedad, entonces tomemos ventaja de la situación por la que estamos pasando y empecemos a hacer cosas nuevas.